Truñines, no, gracias
Debes dejarles crecer. Observen cómo se pasea sólo por las aguas más profundas, como si de un solitario caballito de mar se tratara. Dentro de unos segundos, la calma se tornará tempestad, y este pequeño y abandonado ejemplar, que quiso probar suerte emancipándose del resto de sus compañeros pasará al inóspito mundo de las tuberías, donde, quizá, el truñazo que dejó Laberman en la imagen de abajo lo engullirá sin mostrar ningún asomo de clemencia.
2 Comments:
Ummm.. esta bien, esta bien, todo esto está muy bien pero.. yo me pregunto.. y te pido amigo fiti que nos aclares por favor.. que demonios son esas cositas amarillas que flotan al rededor de "truñito" son sus estrellas? son los restos de los cereales que desayunaste y no digeriste? aclaranoslo por favor!!!
Puessss... si te digo la verdad, no lo sé, y me preocupa, no te voy a engañar. Seguiré investigando
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